15.11.06

Adaptarse o Aceptarse

Aún me acuerdo de una clase de la carrera, tengo esa clase de memoria en que suelen quedarse más facilmente los recuerdos inútiles, en que nos explicaban los tipos de creativos. Lo que se quedó fijo en mi cabeza fue que básicamente podíamos distinguir dos tipos: los introvertidos y los extrovertidos. El profesor expuso argumentos de peso a favor del segundo tipo. Eran tiempos en que estudiábamos los clases de liderazgo y cómo potenciarlo.

La conclusión que saqué de todas esas ideas que trataban de transmitirnos fue que ser introvertido era casi un pecado. Si lo eras, malo. Estabas destinado a fracasar en la vida. Habías dejado de estar de moda. A la larga, te tomarían por raro e incompetente.

- Estupendo. - me dije. - Ahora que había empezado a aceptar mi timidez.

Se avecinaban malos tiempos para mí. Tenía dos opciones:

1. Olvidar la idea de ser creativo y estudiar unas oposiciones de auxiliar de biblioteca.
2. Olvidar que era una gran introvertida y adaptarme a los nuevos tiempos.

Pero, ¿cómo se puede dejar de ser lo que realmente se es? ¿Es posible cambiar un rasgo tan fuerte de mi personalidad? Esa transformación, ¿no moldearía mi verdadera identidad? Gracias a dios o al ente maravilloso que creó el universo y todo lo demás, no es tan fácil. Y no cambié. Tampoco opté por la primera opción. Así que el resultado, es predecible: soy lo que comúnmente se conoce como una rara.

Quizás que si me pongo en manos de psicólogos, voy a clases de cómo comunicarse en público o leo libros de autoayuda, algo cambiaré. Pero, ¿por qué carajo hay que cambiar? ¿Por qué hay que adaptarse a lo que piden determinados grupos en la sociedad? ¿Por qué tratan de cortar a todos por el mismo patrón? ¿No es más positivo el ser auténtico que el ser extrovertido? ¿No es más enriquecedora la diferencia?

Odio los prejuicios. No hay nada más exasperante para mí. Si sólo cambiara un poco esto... Pero está todo realmente fastidiado.

La solución que encontré a mi dilema no es otra más que esta: al diablo lo que busquen en el mundo laboral. Si no me quieren por ser introvertida, yo tampoco los quiero a ellos. Siempre me quedará la opción de ser funcionaria y escribir novelas en mis ratos libres.

No hay comentarios: